Mi vida, era un camino sin preocupaciones, dónde sólo importaba la diversión. Lo más significativo para mí era jugar a juegos con mis amigos, a la consola, etc. Nunca me había planteado cómo de complicada, podía llegar a ser la vida.
Hasta que llegó el día, el gran cambio. Me cambié de escuela, ya que empecé la secundaria. Todos mis compañeros habían hecho otra elección, es decir, había tomado un camino el cual empezaría sola.
Al principio todo fue bien, al menos para mí. Yo aun estaba en mi mundo, y no tenía en cuenta detalles significativos. Sacaba buenas notas y hacía lo que yo creía que era correcto. En consecuencia todo empeoró: empecé a caer mal a las típicas niñatas cotillas que insultan siempre por las espaldas (sinceramente no podría haber hecho mejor descripción, en el centro de la ciudad la gente puede llegar a ser muy hipócrita), pero yo como era tan inocente, no me paraba a pensar en lo que pensaban los demás. Además siempre tenía al lado a mi mejor amiga (la srta. R).
Pero se acabó lo que yo denominaba felicidad.
P.D. El otro día vi un programa el cual hablaba sobre una asociación. Ésta me hizo pensar en la fríaldad humana. En este mundo nos planteamos muchos problemas, la gran mayoría inútiles, cuando justamente a nuestro lado tenemos gente enferma que se dedica a jugar con vidas de seres. Para no sufrir, evitamos estos conflictos. Sentimos siempre pena, pero nunca ayudamos.
GALGOS 112, una asociación que se dedica a ACTUAR.
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